lunes, 4 de agosto de 2014

Virgilio

Edgardo Malaver

 

 

 

        Maximilian venía preparado para convencer a Therèse de escribir la pieza en francés. Lo que no esperaba era que ella lo sorprendiera en el metro. Apenas lo vio, le dijo:

        —Attends, mon cher Max, je crois qu’on doit changer à l’espagnol, tous ceux qui vont venir nous voir parlent espagnol, et ce n’est pas parce qu’ils soient tous cubains, il y a aussi des norvégiens, des américains, des japonais, et il y a encore les touristes argentins, péruviens et mexicains qu’y seront intéressés... Et pourquoi je te parle en français ?

        —Moi aussi je me le demande. Pourquoi ?

        —Je ne sais pas.

        —Et bien, parlons espagnol, donc.

        —D’accord.

        —D’accord.

 

* * *

 

        Maximilian y Therèse llegaron tarde a la oficina del director, pero este estaba ocupado, de modo que les concedió recibirlos. Les habló muy parcamente:

        —Entrez et asseyez-vous, s’il vous plaît.

        Los dos muchachos respondían siempre al unísono:

        —Gracias, profesor.

        —Qu’est-ce que vous désirez ?

        —Deseamos presentar una pieza de teatro en homenaje del profesor Piñera, aprovechando que está en La Habana, por su prolongada carrera de servicios a esta escuela.

        —Mais, M. Pignéra maintenant est au Cuba, vous le savez.

        —Sí, claro que lo sabemos.  Precisamente por eso queremos escribir, ensayar y presentar la obra durante toda la temporada, porque él no estará aquí para impedirlo.

        —Je vous répète, M. Pignéra n’est pas à Paris, et il ne serait content avec votre...

        —Lo sabemos, señor, pero no seríamos los primeros que hicieran este homenaje. El año pasado un grupo de tercer año lo hizo también y usted no se opuso. Ni siquiera tomó en cuenta que el año pasado el profesor Piñera no vivía en París y no trabajaba aquí.

        —L’année dernière un groupe d’étudiants a fait quelque chose de pareil, malgré le fait évident que Pigñera n’habitait pas à Paris.

        —Ni siquiera sabíamos de su existencia. Y mucho menos que fuera escritor ni dramaturgo. Lo que es más, ¿verdad, Maximilian? —¿verdad, Therèse?—, nosotros incluso acabamos de enterarnos de que Piñera existe. Unos amigos nos han ofrecido hace unos minutos averiguarnos el nombre de pila de... ¿Cuál era su apellido?

        —Mais, voyons, mes enfants... ¿Qu’est-ce que vous voulez faire ? J’avais imaginé que vous vouliez mettre en scène une pièce pour honorer le prof de théâtre latino-américain, M. Pigne...

        —¡No, profesor! ¡Jamás! Nunca haríamos semejante cosa. Lo que deseamos hacer es homenajear a nuestro profesor de teatro latinoamericano, Virgilio Piñera, presentando una obra...

        —Ah, mais voilà ! C’est ce que je ne vais jamais permettre. Ergo, vous avez mon appui le plus décidé et...

        —Disculpe, profesor, pero no es eso lo que queremos. Sólo queremos que nos apoye en esta iniciativa, aprovechando que el profesor Piñera está en Nueva York esta semana.

        —By the way, c’est qui ce Pignéra que vous mentionnez trois fois par minute ?

        —No lo sabemos, profesor, nunca lo habíamos oído nombrar.

        —Ah, très bien. Alors, nous sommes tous d’accord.

        —¡Gracias, profesor!

        —¿Comment allez-vous titrer la pièce?

        —Profitant que l’auteur est à Buenos Aires, la pièce n’aura pas de titre.

        —Magnífico. ¿Por qué escogieron ese título?

        —On ne sait pas. Nous ne sommes même pas étudiants de théâtre, nous ne sommes même pas en train de parler avec vous. Hasta luego.

        Se levantaron y se fueron.

        El director siguió trabajando.

 

* * *

 

L’ÉCOLE SUPÉRIEURE DE THÉATRE DE PARIS

 

presenta

 

Profitant que l’auteur est à Copenhague, la pièce ne va pas avoir de titre

 

no escrita por el dramaturgo cubano Virgilio PIÑERA

(pero que, mientras no regrese, simularemos que sí lo ha hecho si eso atrae más gente a la sala) para celebrar los 102 años de su nacimiento

 

Théâtre de la Colombe, rue de la Cage, 18-bis, 75029

 

4 de agosto del 2014, durante todo el día... y la noche

 

Entrada libre

 

* * *

 

        Al día siguiente, Maximilian y Therèse leyeron en el periódico:

 

Éxito rotundo estreno de obra teatral para Piñera

Pascale TIBOT

 

        Dos estudiantes de teatro de París han estrenado anoche una pieza para homenajear al dramaturgo cubano Virgilio Piñera (1912-79), con calurosa acogida del público, que no asistió al estreno.

        Los autores, que pidieron no ser nombrados para que no se les reconociera el inmenso mérito de haber mantenido el teatro vacío, totalmente vacío, durante todo el día de ayer, y se negaron firmemente a ser entrevistados. “Casi no lo podemos creer”, expresó Maximilian Rodríguez, uno de los dos estudiantes.

        Junto con su compañera de estudios en la Escuela Superior de Teatro de París, Therèse Rodríguez, Rodríguez agradeció lleno de emoción a todos aquellos habitantes de la ciudad que no asistieron al estreno.

        “Esto es un éxito inimaginable”, dijo Rodríguez (alguno de los dos), “es mucho mayor de lo que esperábamos. Piñera, si un día viniera a París y nos conociera y alguna vez tuviera la oportunidad de decírnoslo, estaría avergonzado por nuestra causa, y por esa misma razón, profundamente dichoso de vernos establecer este estruendoso precedente”.

 

Le Français, 5 de agosto del 2014, pág. 88

 

* * *

 

Profitant que l’auteur est à Johannesburg, la pièce n’aura pas de titre

Maximilian Rodríguez et Therèse Rodríguez

 

 

DRAMATIS PERSONAE

 

Maximilian        Maximilian Rodríguez

Therèse            Therèse Rodríguez

 

 

Profitant que l’auteur est à Pekin, la pièce ne va pas avoir de titre fue estrenada el 4 de agosto del 2014 en el teatro donde se estrenó.

 

ACTO I

 

El todo es comenzar

 

 

El acto trascurre en París. Dos estudiantes, Maximilian y Therèse, escriben una obra de teatro para homenajear a su compañero de estudios, Virgil Pignéra, que no tiene obra alguna de ningún tipo que lo amerite.

 

ESCENA I

 

En el principio fue el principio

 

 

El acto trascurre en París. Dos estudiantes, Maximilian y Therèse, escriben una obra de teatro para homenajear a su compañero de estudios, Virgil Pignéra, que no tiene obra alguna de ningún tipo que lo amerite.

 

Al subir el telón, Maximilian y Therèse están de pie, el uno al lado del otro (importa mucho quién se para a la izquierda y quién a la derecha, pero aquí no lo diremos), frente al público. Hay poca luz. Therèse inicia el diálogo:

 

 

THERÈSE.— ...

 

MAXIMILIAN.— ...

 

 

Fin de la primera escena

 

 

Fin del primer acto

 

 

FIN

 


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